lunes, 11 de diciembre de 2017

CONACYT ME DISTINGUIÓ CON EL PREMIO “PERIODISTA DE CIENCIA DEL AÑO”


Si por algún motivo, la humanidad despareciese de la faz de la Tierra, quedarían sus vestigios. Así, los extraterrestres que visitasen el planeta, se encontrarían con Itaipu y otras imponentes creaciones de la ingeniería, la ciencia y la tecnología.  

Agradezco al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología la distinción con que me honró el pasado 22 de noviembre de 2017, el Premio “Periodista de Ciencia del Año”, instituido con motivo de los primeros 20 años de vida de Conacyt.

Pero más le agradezco la producción de conocimiento para el progreso, y sobre todo la democratización del conocimiento, durante los 20 años pasados y los que vendrán.

Un sistema de vasos comunicantes, es un conjunto de recipientes comunicados entre sí, por tuberías. Este sistema contiene un líquido homogéneo. Cuando el líquido está en reposo, alcanza el mismo nivel en todos los recipientes, sin importar la forma ni el volumen de los recipientes.

Del mismo modo, Conacyt permite que todos los talentos alcancen el mismo nivel de oportunidad para desarrollarse, y así servir del mejor modo al sistema social del que forman parte esos talentos.

La solidaridad es un valor imprescindible para que una sociedad se eleve. Y Conacyt es solidario con el saber, el bien más preciado en la sociedad de hoy, signada por el concepto de sociedad del conocimiento.

Conacyt promueve los méritos genuinos, la capacidad intelectual del ser humano. La cultura científica es el mejor antídoto contra la ambición desmedida y la corrupción. La corrupción es el mayor flagelo de la humanidad. La corrupción tiene una historia de ensañamiento contra nuestro bello y rico país, privilegiado por los recursos naturales.  

Yo confío en que más temprano que tarde, la tecnología optimizará los sistemas de control para clausurarle el paso a la corrupción. Y entonces, tal vez sea innecesario que la ciencia jurídica instituya la pena capital, como en los países del Asia, donde las instruidas sociedades, liberadas del descomunal costo de la corrupción, generan potencias mundiales.

Finalmente, dedico este Premio a sus verdaderos artífices, lxs que abrazaron el enfoque CTS, varios de ellxs entrevistados, que embellecieron mi Programa “Educación, ciencia y cultura” con sus genialidades, Eduardo, Carolina…y lxs que entrevistaré. Tenemos toda la vida para ello


Gracias a las autoridades que confiaron en mi aventura, mi intento de hacer fácil lo difícil, y el valor de la crítica que promueve el Programa. Sin crítica, no hay evolución. ¡Mil gracias a todas y todos!

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